Maribel y su amigo
Maribel y su amigo se encontraban muy simples y juguetones. Reían de cualquier cosa y no perdían oportunidad para tocarse, sin atreverse a acariciarse, y no es que no tuvieran ganas, era que no se atrevía por temor a que el otro los rechazara o a que los descubrieran. Estaban en la casa de ella y toda la familia se encontraba en casa. Bastante nerviosos se encontraban frente a la televisión viendo un partido de fut bol, cuando él ponía la manos sobre una rodilla de ella, o cuando ella respondía tomándolo por el mentón, para que dejara de ver la televisión y la mirara de frente a ella, sobre todo en el momento que el equipo de fut bol favorito de él atacaba y se acercaba al gol.Sólo se miraban y aunque ambos tenían una mirada de excitación, sentían que todos los presentes los miraban. Maribel toma la iniciativa y prgunta: -¿alguien quiere un refresco?- varios de los presentes dicen que si y ella se voltea con Miguel y le dice acompáñame.
Al levantarse ella se apoya sobre Miguel, aunque muy discretamente, pone su mano entre las piernas de él y siente su miembro medio excitado y le sonríe. Él, desconcertado se levanta y la sigue. Ya en la cocina, y sin decir nada, Miguel abraza a Maribel, le planta un beso profundo y con una mano acaricia su sexo. -¡Cálmate!- dice Maribel imperativa, luego sonríe –nos pueden cachar. Espérame aquí. Ella lleva los refrescos a la sala y aprovecha para informar: -Ahora regreso, Miguel y yo vamos a dar una vuelta.- Parece que nadie se da cuenta y no le responden. Ya de regreso en la cocina, Maribel toma de la mano a Miguel y lo lleva fura de la cocina, sólo que en lugar de tomar en dirección a la puerta de servicio, va hacia la azotea. Ambos suben en silencio. Ya en la azotea, ella, que se había puesto la camiseta y los shorts del equipo favorito de Miguel, se para de frente a él, con las manos en la cintura y las piernas separadas y le dice: ¿Me quieres meter un gol?.................¡Pero ni sueñes que me voy a dejar! Miguel se abalanza sobre Maribel, para tomarla en sus brazos y besarla, pero ella gira sobre si misma y se agacha, de tal forma que cuando él la alcanza, ella está de espaldas a él y con sus brazos protegiendo sus pechos. -Sólo quiero tirar un penalti- afirma Miguel. -Se me hace que te vas a quedar con las ganas- dice Maribel, al tiempo que presiona sus nalgas contra el pene de Miguel, quien se tarda unos instantes en entender lo que ella quiere. -¿Sabes que me gustas, verdad?- dice él. Por eso me provocas. -No, no lo se, nunca me lo has dicho y siempre me has tratado como a una amiga, dice ella con desdén, al tiempo que separa sus nalgas del pene de él. -Ahora te lo digo, me gustas y quiero estar con tigo. -No es verdad, sólo quieres tirarme un penalti. Mira, desde hace tiempo que me siento nervioso cuando estoy cerca de ti y cuando estamos solos, siento que no me puedo aguantar las ganas de acariciar tu rostro. -¿De verdad?- pregunta ella, al tiempo que vuelve a acercar sus nalgas al pene de él. -Cada vez que tengo la oportunidad de saludarte, aprovecho para sentir la piel de tu mejilla sobre la mía, y deseo desesperadamente sentir tus labios sobre los míos y la humedad de tu lengua rozando la mía.- Maribel comienza a aflojarse y Miguel lo siente. -Y hace rato, mientras veíamos el fut bol, tocaba tu rodilla y sentía la suavidad de tu piel en la palma de mi mano, pero en realidad deseaba sentir la piel de tu entrepierna. Eres una mujer que me altera........- y comienza a besar el cuello de Maribel, al tiempo que mete sus manos bajo la playera y comienza a acariciar los senos de ella. Maribel se apoya sobre Miguel, mientras él toma los pezones entre sus dedos y los acaricia. -Muero por conocer tus senos y tus pezones, quisiera tenerlos entre mis labios para besarlos, chuparlos, mamarlos, y luego recorrer la punta de mi lengua al derredor de tu pezón. Quisiera poder sentir tus senos en mis labios- y mientras decía esto acariciaba suavemente los senos de su amada. Luego, una de las manos de Miguel comienzan a acariciar el vientre de Maribel. –Recuerdo el día que te vi en bikini, y como lucia tu vientre, con solo verlo me excitaba e imaginaba que tu piel era suave y tersa, pero ahora que te acaricio veo que es más suave y cálido de lo que imaginaba. Siento que floto al tocar tu cuerpo y me desespero al no poder estar en ti.- La mano de Miguel continúa bajando y acaricia el bajo vientre de ella, quien reacciona acariciando las nalgas de él. Miguel guarda silencio un momento para besar el cuello de Maribel, lo recorre con sus labios y se detiene un momento en el lóbulo del oído de ella. Siente que Maribel se estremece y acomoda su mano sobre el sexo de ella, quien responde separando un poco sus piernas. Él comienza a frotar los labios vaginales de ella y ejerce una leve presión en la parte superior, para excitar al clítoris, mientras continúa besando el cuello de ella. Luego en el índice recorre toda la abertura vaginal de ella y se le escapa un comentario: -¡que chiquita la tienes!................ me fascinas............. te quiero poseer........- Y con estas palabras la toma por las caderas y ella siente un estremecimiento que la hace inclinarse al frente. Ella se apoya en el lavadero de la azotea y él aprovecha para sacar su pene e introducirlo bajo el short que trae Maribel. Mientras ocupa una mano para dirigir el pene hacia “la puerta del paraíso”, utiliza la otra para despejar el camino y hacer a un lado la pantaleta de Maribel. -Llévame al paraíso, llévame a las nubes- dice Miguel al tiempo que acomoda su pene sobre la vagina de ella. –Permíteme entrar en ti y abre tus secretos para mi- Maribel se afloja y siente como “algo” grande y duro presiona sobre su vagina y comienza a entrar en ella. Se apoya sobre sus antebrazos y Miguel la toma por los muslos y la levanta, como si fueran a jugar a la carretilla. La penetra muy suavemente y con mucha lentitud....................... -Me encanta sentir cómo te abres, y tu calorcito. Tienes una vagina rica, deliciosa- dice Miguel, mientras mueve su cadera para penetrar a Maribel. Con movimientos rítmicos, él entra y sale de ella, primero lento y luego más rápido. -¡Que estrecha estás! ................. ¡Siento delicioso!- Dice Miguel. -¡Toma!.......¡Toma! .........¡Toma!.........- Dice Miguel cada que empuja parapenetrar a Maribel -¡Más!..........- pide Maribel. –no pares, ¡Sigue!.......... ¡SIGUEEEEEE!....... ¡MÁAAAAAS!, ¡SIGUEEEEEEEEEEEEE! -Me encanta lo pequeña y cerradita que estás- dice Miguel, mientras continúa moviéndose en ella. –Eres deliciosa. -Espera un momento- pide ella, tratando de recuperar el aliento. -¿Te gusta que esté apretadita mi cueva? -¡CLARO!- responde MIguel. -Entonces bájame al piso, pero quédate en mi- pide Maribel Él la obedece y ella se separa un poco del lavadero, donde estaba apoyada y se dobla hacia delante, como si quisiera tocarse la punta de los pies con las manos. Miguel siente presión sobre su pene y en loquece. Toma a Maribel por la cintura y con fuerza y violencia empuja para penetrarla, hasta el fondo de ella. Se mueve rápido en ella, sujetándola por la cintura. Ella siente los empujones y sólo percibe un jadeo de Miguel, quien intenta hablar, pero no puede. Respira profundo y disminuye el ritmo de sus movimientos. -¡Que rico!, estás super apretadita. ¡Me tienes atrapado en ti!- dice Miguel, y continúa moviéndose en ella. Él siente cómo se abre ella, siente como resbala su pene en la vagina y siente un calorcito rico....... -Estoy en el paraíso- dice Miguel. –Tu hoyito es en realidad la puerta al cielo. .................... ¡Que bien escondido y protegido lo tenias! .............. GRACIAS por dejarme entrar............ -AAAAAAAAAAA ................... AAAAAAAAAAAAA- es lo único que expresa Maribel Miguel se mueve rítmicamente en ella y así como Miguel siente una gran estreches en esa cuevita, ella siente y pene enorme, que la llena totalmente y que se desliza suavemente en ella........... El ritmo del movimiento comienza a aumentar ............. la fuerza también...., de pronto Miguel casi saca el pene de ella, se detiene unos segundos, luego empuja con fuerza ............ sujeta a Maribel con fuerza por las caderas ............... la penetra hasta el fondo ................. -AAAAAAAAA GGGGGGGGGGG HHHHHHHHHHHHH- se le escapa a Miguel Maribel gime muy suavemente El pene se endurece y comienza a vibrar en ella............... Todo termina en un instante, pero ambos se quedan flotando en el aire y comienzan a bajar lentamente a la tierra y a la vida cotidiana. -¡Que golazo metiste!- dice Maribel -Si pero me quedé enredado en la portería- responde Miguel, al tiempo que besa suavemente los labios de Maribel Después de arreglarse un poco, regresan a ver el partido........ |
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